Colaboración Estévez – Masi

EFD – Encuentro de Feministas Desorganizadas (pero ahora Diversas)

Breve reseña un poco organizada y bastante diversa o ¿bastante organizada y poco diversa?

En la «construcción de nosotras mismas» a la que se refirió Lilián Celiberti en su charla sobre “Feminismos en Uruguay”, me vi inmersa, nadando sola y a la vez acompañada, entre las distintas visiones y vivencias de las demás mujeres que, al igual que yo, asistieron y participaron del Encuentro. Construcción desde un mismo sentir que no tiene fin, en donde espejarse y reinventarse en la subjetividad de las otras. La introspección corría como un backend, mientras tanto algunas de las compañeras exponían sus conocimientos y reflexiones. Escuché y pensé, en voz baja, desde mi limitado saber sobre lo que nos reunió. ¿Qué nos reunió? No sólo la necesidad de juntarnos e intercambiar, desorganizarnos y organizarnos, sino también definir una posición frente a las distintas temáticas y decisiones a tomar y, en el mar de diferencias, de diversidades, encontrar un objetivo común.

Por afinidad, quizás por el discurso, por la manera, la proximidad y la calidez, me dejé llevar por la voz de Lilián durante todo el Encuentro. Por la «necesidad de ampliar el espacio epistémico, el conocimiento, el saber y el pensamiento crítico (…) », en ese «camino del proceso de construcción de nosotras mismas, no sólo desde lo intelectual, sino desde el sentir (…) y de construir lo colectivo y reconocer las diferencias y aceptarlas y hacer confluir todas las voces para cambiar el escenario hegemónico unipolar…». En ese ámbito de empatía, elegí escuchar y hacer uso de mi voto en el Plenario, cuando la mesa así lo disponía. Entre tanto mar de diversidades, mareas de sentimientos y algunos desencuentros, divisé puertos en los que anclar, por lo menos momentáneamente, cuando algunas desde lo individual, que a veces se confunde con soledad, plantearon el hecho de no haber ido acompañadas y, en ese momento, no sé por qué, controlé el impulso de pararme y decirles “¡Yo también vine sola, vení que te abrazo, hermana!”.

Cecilia Estévez.