Nunca más
Hoy, 27 de junio de 2023, se conmemoran 50 años del inicio de la última dictadura en Uruguay. Exigimos verdad, memoria, justicia y nunca más.
La fecha refiere al día en que el presidente electo Juan María Bordaberry disolvió las cámaras y, en conjunto con las Fuerzas Armadas, tomó el poder. Así se dio inicio a una dictadura cívico-militar que duró hasta el 1 de marzo de 1985, con la asunción de Julio María Sanguinetti como presidente democráticamente electo.
Pero el terrorismo de Estado empezó antes.
Mucho antes.
En los años previos al Golpe de Estado, una gran cantidad de militantes, activistas y estudiantes fueron perseguidos, detenidos, torturados, asesinados. Sus familias fueron amedrentadas, y muchas personas obligadas al exilio.
Fueron años difíciles, antes y durante la dictadura. Las consecuencias privadas y públicas, familiares y sociales, políticas y emocionales nos interpelan aún hoy a 50 años. Rescatar el relato es menester, construir memoria es condición de no repetición.
Y es por esto que, como mujeres feministas, hoy queremos hacer especial énfasis en visibilizar la lucha por Justicia de las mujeres presas políticas de la dictadura.
Denuncia de las expresas políticas
En el año 2011, 28 mujeres expresas políticas presentaron una denuncia penal por violencia sexual durante la dictadura que involucraba a más de 100 personas, integrantes de los Ministerios de Defensa y del Interior.
El fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, pidió el enjuiciamiento y la prisión para tres exmilitares y un expolicía por delitos de apremios físicos y psicológicos, privación ilegítima de la libertad y abusos sexuales a los que fueron sometidas estas mujeres entre 1972 y 1983. Diez años después y sin respuestas por parte del Estado, las denunciantes decidieron elevar el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Veintiocho presas políticas que tenían entre 22 y 34 años al momento de su detención.
Veintiocho presas políticas que fueron sistemáticamente abusadas, también por su condición de mujer.
Veintiocho presas políticas que se animaron a hablar y a denunciar a sus torturadores. A las que les ofrecemos nuestro abrazo y compromiso.
Veintiocho presas políticas de las cuales tres han muerto esperando justicia.
La falta de justicia demuestra cuan solidarios son entre sí los tejidos del terrorismo y la violencia sexista.
Y es por ellas, y por todas y todos, que hoy reivindicamos la memoria, sostenemos que la violencia institucional nunca es el camino y decimos fuerte y con convicción: NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
Verdad, contra los relatos del relativismo.
Memoria, contra la política del olvido.
Justicia, contra la impunidad cómplice.
Encuentro de Feministas Diversas.
