8M2020: Feminismo es resistencia y transformación
Este 8 de marzo queremos recordar que la lucha es colectiva. Marchamos juntas, porque estamos convencidas de que los opresores están afuera y que los feminismos, en su diversidad y diferencia, forman un movimiento con potencia para luchar contra las desigualdades e injusticias que sostienen privilegios.
Como movimiento de activismo y de discusión teórica, el feminismo es necesario para hacer frente a los intentos restauradores de la reacción conservadora en la región y en el mundo, en tiempos favorables al neoliberalismo extractivo. Por eso, este 8 de marzo elegimos la consigna “feminismo es resistencia y transformación”.
Entendemos la resistencia como una forma de acción que nos protege frente a la violencia de un otro que busca someternos o recortar nuestra autonomía e independencia. Resistir no es solo aguantar el ventarrón, sino adoptar una actitud de defensa activa de los derechos conquistados. En el contexto político actual, los discursos de quienes ahora ejercen el gobierno oscilan entre prometer que se mantendrán los derechos conquistados e intentar minarlos desde adentro con “revisiones”. Resistir, en definitiva:
- Es velar porque no nos hagan trampas manteniendo leyes sin presupuesto o poniendo trabas al real ejercicio de nuestros derechos a la salud sexual y reproductiva, al trabajo, a la vivienda, a la identidad.
- Es seguir reclamando la aplicación sin condicionamientos del Plan Nacional de Educación Sexual para apostar a juventudes autónomas, informadas y libres.
- Es defender la Ley Integral contra la Violencia Basada en Género, modelo en la región, que aún no ha podido aplicarse efectivamente por falta de presupuesto y voluntad política.
- Es no permitir retrocesos simbólicos en la lucha contra la violencia basada en género, cuyo alcance trasciende el concepto de violencia doméstica.
- Es seguir evidenciando los sesgos machistas que tiene el poder judicial y denunciando a la justicia patriarcal.
- Es estar alerta ante los embates punitivistas de los gobiernos de turno y la criminalización de la protesta.
- Es reclamar la responsabilidad del Estado ante la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres en círculos de trata. El EFD seguirá trabajando en el estudio y procesamiento de datos sobre Desaparecidas y visibilizando a cada una de las mujeres que nos faltan. No estamos todas.
Entendemos la transformación feminista como un movimiento en dirección opuesta a quienes buscan imponer un orden social que fomenta la desigualdad, la fragmentación y la injusticia. El avance de los discursos de odio y la violencia simbólica deben ser visibilizados y repudiados.
No vamos a tolerar ni el desprecio ni la humillación. No vamos a ceder frente al miedo.
Transformar es apostar por una nueva forma de convivir, solidaria y sostenible, respetuosa de los cuerpos y los territorios. Es dejar de considerar que la diversidad es sinónimo de divisiones o fracturas y abrazarla con toda su potencia disruptiva. Buscamos construir colectivamente nuevas maneras de relacionarnos y habitar el mundo sin destruirnos ni destruirlo.
Somos una fuerza de construcción política autónoma.
Estamos alerta.
Encuentro de Feministas Diversas