El costo de levantar la voz ante injusticias
El costo de levantar la voz ante injusticias en América Latina es la vida. Solo en 2017 más de 173 activistas fueron asesinados por defender el derecho a la tierra de los pueblos ante multinacionales destructivas, por denunciar regímenes opresores y dictatoriales, por tomar el espacio público y luchar contra distintas formas de opresión y desigualdad.
Marielle Franco, Sabino Romero, Berta Cáceres, Santiago Maldonado, Macarena Valdés, Yolanda Maturana, Juana Raymundo. Sus nombres nos recuerdan el riesgo que supone defender la tierra, las libertades de las minorías y los derechos humanos, sobre todo en nuestro continente, donde cada 2 días es asesinado un activista.
En general los responsables del asesinato de activistas permanecen en impunidad. Los casos resueltos ante la justicia son mínimos, sólo un 12% de los sospechosos han sido arrestados.
La mayoría de los países donde suceden estos crímenes, coinciden en tener una inexistente voluntad política de protección hacia activistas en riesgo. Por omisión o por complicidad, los propios gobiernos son los que permiten un clima de continua violencia.
El caso de Marielle Franco o Santiago Maldonado son solo la punta del iceberg. Latinoamérica es la región más peligrosa del mundo para los activistas. Como si fuera poco muchos países como Brasil, Argentina,Colombia, Honduras, y México han militarizado la seguridad ciudadana contribuyendo aún más a crear un estado de violencia.
Hoy, a un año de la desaparición forzada de Santiago Maldonado en Argentina en una represión a la comunidad Mapuche, continuamos sin saber cómo murió y qué pasó. Exigimos que se sepa la verdad en este y todos los casos que aún están sin resolver, sumamos nuestra voz activista en defensa de las voces que buscan silenciar.