Luchando también se educa
El trabajo docente es mayoritariamente femenino en nuestro país. Precarizado, mal remunerado y simbólicamente tendiente a reproducir la doble jornada laboral de las mujeres. También está feminizada la matrícula en los distintos centros de formación.
Las estudiantes de magisterio hoy están en conflicto, peleando por una educación digna para educar y acompañar a les niñes del mañana. Las maestras nos han demostrado históricamente que luchando también se educa.
Sin educación no hay sociedad posible.
Sin educación no hay justicia social.
Queremos expresarles nuestra solidaridad y apoyo así como también a docentes de la enseñanza secundaria y terciaria. El saber es transformador. Sin educación no hay futuro y sin educadoras no hay presente posible.
Es urgente apostar a los Centros de Formación docente a través de mayores recursos y un Plan Nacional de Educación que nos involucre como sociedad.
La educación pública, laica y gratuita es un derecho ciudadano y una obligación estatal.