Cultura de la violación y medios cómplices
Ante lo sucedido hoy en un programa de radio: les recordamos a los responsables de los medios de comunicación multiplataforma, periodistas y a la población en general que la difusión no consentida de grabaciones de una persona con contenido íntimo o sexual es un delito establecido en el art. 92 de la Ley 19580. Del mismo modo, los administradores de sitios de internet, portales, buscadores o similares que de ser notificados no den de baja el contenido de forma inmediata, también pueden ser sancionados.
Consideramos que este hecho es aún más grave porque se da en el marco de una investigación en curso por una denuncia de violación. ¿Por qué se difunde en los medios contenido que debería ser analizado antes que nada en el ámbito judicial?
Rita Segato nos dice:
En el caso de los feminicidios, de las agresiones y de las violaciones también hay una deuda pendiente de los medios con la sociedad. Cuando se informa, se informa para atraer espectadores y por lo tanto se produce un espectáculo del crimen, y ahí ese crimen se va a promover.
Rita Segato: “Los femicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo” – LM Cipoletti
Los medios tienen un rol clave en la reproducción de la cultura de la violación. En el programa se montó una estructura en la que se denigró y culpabilizó a la mujer y se relativizó su denuncia, faltándole el respeto al dolor de todas las víctimas de violencia sexual y de género.
La difusión que se hizo hoy de fragmentos de audios de los que ni siquiera se sabe su procedencia, si están editados, o si fueron presentados como prueba, alimenta prejuicios y produce discursos y sentidos que revictimizan a una mujer que denunció una violación.
Exponer su vida íntima, al entrevistar a una mujer “que la conoce” pero que no fue testigo de los hechos ni es una fuente oficial del caso solo busca construir lo que se suele denominar “mala víctima”. Como si cualquier detalle de su vida personal atenuara el atentado contra su cuerpo, su vida, integridad e intimidad.
Hace décadas que las feministas denunciamos las estructuras que buscan silenciar y someter a las víctimas. Ya vimos al aparato de los medios al servicio de los indagados por la Operación Océano en Uruguay, pero también a nivel internacional con el caso de violación difundido en España como “La Manada” y hemos visto cómo se replican en cada denuncia de violencia sexual que se torna pública.
No estamos dispuestas a tolerar que la víctima no tenga protección ni garantías frente al aparato mediático. Ni la violencia simbólica y mediática que perpetúan estos llamados periodistas y comunicadores en nombre de la libertad de prensa y la objetividad.
Las mujeres no vamos a dejar de reclamar la justicia, reparación y transformación social necesarias para terminar con la violencia y desigualdad de género.
Ante las violencias que hacen recaer la culpa de nuestras vulneraciones en nosotras mismas, siempre levantaremos nuestra voz.
El activismo no agrede ni ataca la libertad de información. Lucha incansablemente por ella.
No son casos aislados. No permitiremos que se relativice algo que pasa sistemáticamente.
Sin ir más lejos, ayer dos varones adultos fueron a prisión en Salto por drogar a una joven de 16 años en el marco de una investigación por violación.
Estamos Alerta
Encuentro de Feministas Diversas.
Fuentes y recursos de interés
(…) Quienes denuncian deberán ver sus vidas narradas y escrutadas bajo la lente de los medios de comunicación masivos hegemónicos y concentrados. Sus testimonios serán puestos en tela de juicio, sus abusadores podrán defenderse y excusarse a sus anchas en la radio, panelistas sin formación escupirán sus prejuicios en horario central. Mientras la crisis económica lleva a casi 40 mil personas a alimentarse mediante ollas populares, el acceso a investigaciones más profundas y de calidad queda cada vez más enterrado bajo suscripciones mensuales y sujeto a la disposición económica de cada persona. El EFD es una fuerza de construcción autónoma, independiente y autogestionada de activismo feminista, creemos y defendemos la circulación libre y abierta de saberes e información. Por eso, creamos un observatorio de datos propio, un medio de comunicación para adolescentes, realizamos talleres, tuvimos un ciclo de radio online semanal y nos apoyamos en el software libre, y en las licencias abiertas, con nuestra producción de contenidos bajo licencia CC 4.0.
Los discursos mediatizados operan en la construcción de sentido y subjetividad. Su producción, circulación y consumo no son neutros. Entender la multidimensionalidad de la violencia mediática implica el reconocimiento de que la violencia contra las mujeres es estructural y de orden simbólico. La revictimización, la cobertura sensacionalista, la ausencia de personas idóneas en los debates y la reproducción de estereotipos normalizantes y disciplinadores de la asignación de género no son asunto de opiniones ni, exclusivamente, de contenidos. La subrepresentación de las mujeres en los medios, la concentración del poder transmedia, las desigualdades de acceso a la información y al conocimiento forman parte de la violencia simbólica que legitima la circulación de unos sentidos en detrimento de otros. No han sido suficientes las campañas de sensibilización pública, ni las guías, ni los códigos, ni los contenidos alternativos. Hacer una cobertura con perspectiva de género no se trata sólo de incorporar ciertos términos para construir relatos atrayentes. Para desnaturalizar los sentidos androcéntricos es necesario transversalizar criterios que permitan distinguir la violencia de género en todos los discursos mediatizados.
Pornografia no consentida: Cinco claves para denunciar y resistir su publicación – Acoso Online Uruguay
El rol de los medios en la cultura de violación (2021) – Catherine Torres Cabanilla