En el Día Internacional Contra la Violencia Hacia las Trabajadoras Sexuales.
Hoy 17 de diciembre es el día Internacional contra la violencia hacia las trabajadoras sexuales.
La violencia hacia las trabajadoras sexuales está considerada dentro de lo que se denomina violencia de género y se manifiesta de múltiples formas. La física es la más evidente y sucede con una frecuencia vergonzosa en nuestro país, pero no debemos olvidar que existen otras violencias, cotidianas, menos visibles, que son las que habilitan y abren camino a todo un sistema de violencia, abandono y desamparo.
Las trabajadoras sexuales, son violentadas por paradigmas y estructuras de pensamiento que vienen dados por la propia sociedad patriarcal en la que vivimos, que ha construido un ideal de mujer inaccesible, que nos ha clasificado y dividido entre las consideradas mujeres de “bien” y las llamadas mujeres “putas”. Una división que no sólo nos fragmenta y enfrenta entre nosotras sino que tiene un fuerte componente político y estigmatizante entre lo que está bien y mal. Esta división impuesta como natural entre las mujeres nos permite identificar con claridad una forma de violencia de género: a las mujeres se nos impone un deber ser que no tiene la misma carga moral para los consumidores.
La segregación y el estigma a las trabajadoras sexuales inicia con las instituciones. En nuestro país desde el 2002 el trabajo sexual es considerado un trabajo, sin embargo, no es tratado por nuestras instituciones como tal. Hay un componente muy fuerte de violencia perpetrada por las propias estructuras estatales que deberían protegerlas, no con una mirada paternalista o infantil, sino con un espíritu tuitivo y protector como sucede en el derecho laboral.
El debate es enorme y la bibliografía teórica rica y compleja.
Nos urge como sociedad repensar la ley de trabajo sexual. Desde hace ya varios meses las trabajadoras sexuales independientes organizadas en Uruguay están haciendo un gran esfuerzo para modificar la ley 17.515 que regula el trabajo sexual en nuestro país. Son varias las modificaciones que reclaman las trabajadoras, entre ellas podemos encontrar las siguientes:
- Que el trabajo sexual deje de estar en la órbita del Ministerio de Salud Pública y pase a ser competencia del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) como el resto de los trabajos.
- Que las trabajadoras sexuales activas que tienen más de 60 años puedan conseguir una “amnistía tributaria” para jubilarse sin tener que pagar por todos los años previos a la sanción de la Ley 17.515, en los que ejercieron el oficio sin regulación. El BPS solamente reconoce el trabajo desde que se promulgó la ley, o sea, desde 2002 en adelante.
- Que el MTSS se ocupe de acompañar, estimular y formar a las trabajadoras sexuales para que tengan la posibilidad de insertarse en otras esferas del mercado laboral con herramientas.
- Que se contemplen y respeten las diferentes identidades de género.
En el día contra la violencia hacia las trabajadoras sexuales debemos recordar que todas tenemos derecho a una vida libre de violencia.