8m2021: No estamos todas
En el día internacional de la mujeres trabajadoras seguimos rompiendo el silencio en todas partes: en las calles y plazas, en nuestras casas y trabajos. Este año elegimos convocar bajo la consigna No Estamos Todas, porque estamos hartas de la impunidad con la que este sistema nos silencia, humilla, explota, subestima, cosifica, desaparece y mata. En todas partes hoy levantamos nuestra voz en las diferencias para fortalecer nuestra red de resistencia y transformación para terminar con el saqueo a nuestros cuerpos y territorios.
Han pasado 4 años desde que comenzamos el camino fundacional del EFD y desde ese momento estamos en alerta, creando lazos contra los retrocesos en la lucha por la dignidad de las mujeres y las disidencias en Uruguay. Denunciamos la estigmatización y represión del activismo y la manipulacion mediática que busca apropiarse de nuestras historias alimentando el abuso, la indiferencia y la complicidad.
Hace 4 años que decimos que no estamos todas y que el Estado es responsable de las desapariciones de mujeres y niñas, muchas de ellas vinculadas a la explotación sexual y al narcotráfico. Según los datos que —frente a la desidia estatal— relevamos nosotras mismas, a la fecha están desaparecidas 68 mujeres. De ellas 7 están desaparecidas desde 2020 y 3 en lo que va de 2021. El porcentaje de menores de 35 años desaparecidas es de 50 %.
Investigaciones como la Operación Océano y la más reciente Operación Don Quijote han dejado en total evidencia que Uruguay es un país de origen, tránsito y destino de trata de mujeres. Las más expuestas a ser captadas por estas redes son las mujeres jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica con hijes o familiares a cargo. Es por eso que nos preguntamos cuál es el plan de la gestión actual para terminar con la esclavitud de nuestras hermanas e hijas si ni siquiera brindan datos y estadísticas que comprendan el alcance de un problema que se agudiza en cada crisis económica.
Sostenemos que el #EstadoEsResponsable por varios motivos:
por no brindar apoyo sostenido y multidisciplinario a los familiares de las mujeres desaparecidas.
por inoperancia en las investigaciones y el despotismo con el que se trata a los familiares.
por no capacitar de forma permanente y con perspectiva de derechos y género a los funcionarios policiales y judiciales.
por la falta de voluntad al momento de generar datos y estadísticas sobre las desapariciones de mujeres, y sus potenciales vínculos con la trata de personas.
por el abandono tecnológico en la página de Personas ausentes (Ministerio del Interior), en la que, por ejemplo, se omiten datos fundamentales como el lugar de desaparición o donde la información muchas veces está desactualizada.
por omitir los controles a establecimientos, aplicaciones y sitios web donde se permite e incentiva la explotación sexual de menores de edad y víctimas de trata.
por la falta de compromiso político claro en relación al presupuesto para la implementación de la ley N° 19.643 de Prevención y Combate de la trata de Personas y la ley N°19580 de Violencia hacia las Mujeres Basada en Género.
por no eliminar las desigualdades estructurales que habilitan y recrudecen la violencia física y simbólica que sufrimos las mujeres
El año pasado reclamábamos políticas de reparación. Hoy, a la luz de las investigaciones en curso y de las complejidades presentadas, volvemos a exigir alternativas institucionales, educativas y legales para poder denunciar la violencia machista en todos los ámbitos sin caer en la revictimización, el punitivismo y ser objeto de mayor violencia y exposición. Exigimos poner el foco en la transformación del Sistema de justicia, necesitamos una justicia integral, que jerarquice la reparación, para que toda sobreviviente de violencia machista pueda vivir una vida digna y plena.
Hace cuatro años también estamos en alerta contra los femicidios, ya son siete las mujeres muertas por violencia machista en 2021, ocurriendo un femicidio cada nueve días. 25 fueron las víctimas en 2020. Seguimos denunciando la falta de voluntad política para un presupuesto real y suficiente para la Ley de Combate a la Trata de Personas y la Ley Contra la Violencia de Género.
Denunciamos el retroceso en una LUC antidemocrática en su forma y contenido que está lejos de incluir una mirada integral e interseccional de las temáticas que nos interpelan como mujeres y disidencias, y está mucho más lejos aún de solucionar nuestras urgencias. Todas nuestras conquistas han sido ganadas en las calles y no estamos dispuestas a tolerar que se nos persiga por levantar nuestra voz. Las marchas, las huelgas, la intervención del espacio público son nuestra herramienta.
El EFD apoya los mecanismos constitucionales de derogación de una Ley que continúa con la precarización de nuestras vidas.
Estamos alerta contra las múltiples exclusiones que diariamente enfrentan las compañeras trans, lesbianas, bisexuales, afro, migrantes y con discapacidad y nos posicionamos en contra de toda forma de discriminación que profundice o perpetúe la violencia estructural de género. No estamos todas ni habrá un juntas sin un feminismo antirracista e interseccional.
En este contexto de emergencia sanitaria y social abrazamos a las mujeres que sostienen la resistencia desde los cuidados, de la educación de los hijes en las casas y en las aulas, de las trabajadoras de servicios esenciales, de la organización y la lucha popular en cada olla popular y movimiento. Nos solidarizamos con las mujeres que rompieron el silencio contra la impunidad machista, con las que sostuvieron espacios para circular sus palabras y quienes pusieron sus saberes para trazar nuevos lazos de sororidad.
El EFD también estuvo a prueba en este año. El distanciamiento social afectó enormemente a nuestras compañeras. Construimos nuevos espacios de cuidado, reunimos productos de higiene y gestión menstrual para entregar a mujeres privadas de libertad y para mujeres precarizadas por la prostitución en alianza con Nada Crece a la Sombra y Dónde Están Nuestras Gurisas. Promovimos espacios de reflexión y creación colectiva y nos planteamos objetivos vinculados a visibilizar a todas aquellas que no están.
Seguiremos en alerta frente a la avanzada reaccionaria y los movimientos globales antiderechos. Estamos alerta aunque quieran imponernos el deber ser, limitarnos los abrazos y el duelo público. Aunque nos dispersen, nos estigmaticen y usen nuestras luchas e ideas para beneficios mercantiles y partidarios, no tendrán más la comodidad de nuestro silencio.
Seguimos a pesar de las disputas y los silencios cómplices. Seguimos porque esas vidas que no importan son nuestras muertas, porque cada vez que nuestros cuerpos son descartados como basura, una de nosotras necesita de todas. Seguimos en alerta porque sabemos que los frutos de nuestra lucha colectiva nos harán más libres.
Encuentro de Feministas Diversas